01/10/19
Refrigerar los alimentos es una costumbre bastante extendida en los últimos tiempos, sobre todo en países occidentales. Por lo general, realizan este procedimiento aquellas familias que tienen la costumbre o necesidad de almacenar en casa una cierta cantidad de comida.
En el caso de los lácteos, es sumamente importante este proceso para garantizar sus valores nutricionales. En casa solo necesitamos un congelador para el correcto almacenamiento de dichos productos de forma adecuada. Algunos congeladores verticales cuentan con sistemas de distribución del aire frío, lo cual garantiza la estabilidad de temperatura.
La cadena de frío
Ahora bien, respecto a conservar los productos lácteos, es importante la cadena de frío para mantener una temperatura controlada durante la producción, transporte, almacenamiento, venta y hasta su traslado a nuestra casa. Solo con el cuidado de esta cadena se garantiza que el principio de inocuidad de un alimento no sea afectado y no cause daños al consumidor.
Especialistas sostienen que el consumo de los productos depende de la cadena de frío a la cual fueron sometidos. Las compañías se encargan de su protección a través de su conservación a baja temperatura. De este modo, el consumidor tendrá la confianza necesaria al momento de ingerir dichos productos.
Los lácteos son más delicados que el resto de productos. En el caso de los yogures, son elaborados a base de cultivos lácticos que necesitan una cadena de frío de entre 3 y 5ºC para que mantenga su nivel nutricional. Si no cumplimos con dicha recomendación, podemos ocasionar daños en el consumidor.
Hoy en día, prácticamente todos los hogares cuentan con productos lácteos en sus neveras. Guardamos leche, yogures o quesos. Ya sea si los consumimos en el desayuno o durante algún aperitivo, debemos asegurarnos de que se mantuvieron en buen estado. En este punto, es importante la hermeticidad de las puertas frigoríficas, pues a pesar de sus propiedades, los lácteos son productos bastante perecederos. La cadena de frío es imprescindible para que no se dañen.
Beneficios del consumo
Consumir lácteos es tan importante como conservarlos en buen estado. Los lácteos tienen propiedades que ayudan a controlar el colesterol, fortalecer los huesos y disminuir la hipertensión. Su consumo es indispensable, sobre todo durante la infancia y el embarazo. Es cierto que en los últimos tiempos se ha promocionado productos alternativos a la leche, pero lo cierto es que ninguno cuenta, por ejemplo, con el alto nivel de hierro que aporta este producto.
El consumo de lácteos mantiene una adecuada nutrición tanto en niños como en adultos. En edades temprana ayuda al desarrollo cognitivo, mientras que también contribuye al fortalecimiento de huesos, por lo cual adultos mayores también necesitan consumir productos lácteos. Incluso, se recomienda bastante su consumo a mujeres que ingresan a la etapa de menopausia. Eso sí, hay que asegurarnos de su correcto congelamiento para su posterior consumo. Así aprovecharemos todos sus nutrientes.