«La leche es un alimento muy interesante a nivel nutricional y una de las principales fuentes de calcio en la dieta», nos cuenta Carla. Y todos sabemos que el calcio es fundamental para la formación de los huesos y dientes y sobre todo para prevenir futuras enfermedades relacionadas (sí amigos, la osteoporosis también os afecta a vosotros).
«Un vaso de leche, aproximadamente de 250 ml, contiene casi 300 mg de calcio, y prácticamente el 80% se asimila», dice Carla, por lo que en este mismo instante desmentimos lo de que un tomate tiene más calcio que un vaso de leche. Además, en el blog de Marián García afirma que los alimentos que contienen más calcio son los lácteos y después las verduras de hoja verde (como hemos pensado toda la vida)
Y ahora, el quid de la cuestión, la pregunta que lleva atormentándote desde que las leído nuestro titular: ¿puede tener efectos negativos consumir leche en edad adulta? Carla contesta:
Es cierto que somos los únicos mamíferos que seguimos consumiendo leche después del periodo de lactancia, pero no existe evidencia científica que afirme que tomar leche en la edad adulta resulte perjudicial.
Ya puedes respirar.
Además, Carla añade que «una dieta variada y equilibrada debe aportar entre 2 y 3 raciones de leche o derivados lácteos al día, esta cantidad puede variar en función de la edad y situación fisiológica.
Después de leer esto esperemos que disfrutes de tu vaso de leche cada noche, eso sí, con moderación.