20/05/2020 Fuente OCU Salud
Los supermercados se han llenado de alimentos con la etiqueta «sin gluten». Una tendencia que, más que ayudar a los celíacos, parece querer atraer a consumidores persuadidos sin motivo de que es malo para su salud.
Hasta no hace tanto tiempo, llenar la cesta de la compra era todo un reto para los celíacos. A la falta de productos comunes como pan, pasta o cerveza, oensados especificamente para una dieta sin gluten se sumaba la ausencia de una norma que bligara a resaltar su oresencia en la lista de ingredientes. Hoy las tornas han cambiado y los fabricantes deben cuidarse por ley de hacerlo siempre que esta proteina que se encuentra en las semillas del trigo, la cebada, el centeno y, en menor medida, la avena, asi como de sus variedades hibridas y derivados, esté en la composición del alimento. Pero lo que supone un progreso que facilita la vida de las personas con esa intolerancia ha venido acompañado de algunas contrapartidas no tan beneficiosas ni para ellos ni para el resto de consumidores.