Queso más antiguo del mundo en momia china de 3.600 años

11/10/2024

30/09/24 Fuente UCOdigital. Cuando hace dos décadas se desenterró el ataúd de una joven de 3.600 años de antigüedad en el noroeste de China, los arqueólogos descubrieron una sorprendente sustancia parecida a una joya alrededor de su cuello. En particular, resultó ser queso; Los investigadores ahora creen que es el queso más antiguo jamás descubierto. Ciencia viva Informe 

“Aunque el queso normal es blando, se ha vuelto seco, espeso, duro y quebradizo”, dijo Fu Kiaomi, paleogenetista de la Academia China de Ciencias en Beijing y coautor de un estudio publicado el martes. celúla. En una entrevista con el Dr. Noticias NBCFu explica que el análisis de ADN del queso arroja luz sobre las vidas del pueblo Xiaohe, que vivía en lo que hoy es Xinjiang, pero también sobre los mamíferos que domesticaron y la evolución de la cría de animales en el este de Asia.

El ataúd de la Edad del Bronce fue encontrado en 2003 durante las excavaciones en el cementerio de Xiaohe. Gracias al clima seco del desierto de la cuenca del Tarim, el ataúd de la mujer estaba excepcionalmente bien conservado, al igual que sus botas, su sombrero y el queso que la adornaba. El cuerpo, observó Fu.

En las antiguas prácticas funerarias, a menudo se colocaban objetos importantes junto al difunto. El descubrimiento del queso kéfir por parte de las mujeres sugiere que el queso desempeñaba un papel importante en su vida diaria. 

La producción de queso ha sido documentada durante milenios, con murales en tumbas del antiguo Egipto que datan del año 2000 a. C. y evidencia de elaboración de queso europeo que se remonta a 7.000 años. Sin embargo, las muestras de queso de la cuenca del Tarim son los ejemplos físicos más antiguos jamás encontrados.

Fu y su equipo recogieron muestras de tres tumbas y analizaron el ADN, rastreando la evolución de las bacterias implicadas en la elaboración del queso a lo largo de miles de años. El queso fue identificado como queso kéfir, elaborado a partir de leche fermentada con granos de kéfir. En la muestra se encontró evidencia de leche de cabra y vaca. 

El estudio también destaca cómo el pueblo Xiaohe consumía lácteos antes de la llegada de la pasteurización y la refrigeración, a pesar de ser genéticamente intolerante a la lactosa. La producción de queso, que reduce los niveles de lactosa, les permite incluir lácteos en su dieta.