Fuente La Vanguardia. Hemos querido reproducir de forma íntegra esta carta al lector publicada el pasado 17.08.17 en el periódico La Vanguardia Digital de M.Montserrat Albà de Barcelona, para ejemplificar uno de los principales problemas con el que nos encontramos los intolerantes a la lactosa cuando acudimos a un establecimiento de restauración y nos encontramos que las cartas de postres se han olvidado de nosotros.
«Este verano he comido en varios restaurantes de Catalunya y Huesca. Es de agradecer que en la mayoría de las cartas indiquen los alérgenos que lleva cada plato. Dado que tengo intolerancia a la lactosa, he tenido que pedir de postre siempre fruta del tiempo (de la que no suelen tener mucho surtido), ya que todos los postres caseros, y generalmente típicos de la zona, llevan leche como ingrediente. Lo que yo pediría es que por lo menos algunos postres caseros estuviesen hechos con leche sin lactosa. El sabor es el mismo, el coste de la leche es similar, y muchos de los que padecemos intolerancia a la lactosa podríamos disfrutar de los postres que sólo podemos ver comer a nuestros compañeros de mesa.»