17/02/21 Fuente TicBeat.
Se llama ghee, lleva siendo usado por la medicina ayurvédica desde hace más de 5000 años y consiste en mantequilla clarificada con un ligero sabor ahumado y a nuez. ¿Cuáles son sus beneficios nutricionales y cómo puedes prepararla en casa?
El ghee -ghṛta en sánscrito- se trata de un alimento muy popular en la India y que la tradicional medicina ayurvédica lleva usando miles de años para apaciguar los doshas. Tanto es así que esta mantequilla clarificada también se apoda como “oro líquido” debido a sus múltiples propiedades terapéuticas.
El ghee es mantequilla clarificada, también conocida como mantequilla altamente clarificada, típicamente elaborada con leche de vaca. Se elabora derritiendo mantequilla normal, la cual se separa en grasas líquidas y sólidos lácteos. Una vez separados, se eliminan los sólidos de la leche, por lo que no contiene caseína ni lactosa. Las aplicaciones de este dorado ingrediente son múltiples: se puede untar sobre pan indio pero también emplear como aceite de cocina, también en masajes, y ungüentos a base de hierbas.
En comparación con la mantequilla clarificada convencional, el ghee se cocina a fuego lento hasta que los sólidos de la leche tengan la oportunidad de comenzar a dorarse ligeramente, consiguiendo una textura a nuez ligeramente caramelizada y ahumada. Puede conservarse sin refrigerar mientras se encuentre en un lugar fresco y seco. El Ayurveda lo ha usado durante siglos debido a sus múltiples propiedades antiinflamatorias, digestivas y terapéuticas. Al ser una grasa altamente saturada, muy estable, soporta altas temperaturas sin oxidarse.
Si atendemos a sus propiedades beneficiosas para la salud, el ghee tiene un alto contenido de omega-3 y ácido butírico, un ácido graso de cadena corta muy positivo para el tracto gastrointestinal. Aporta vitaminas A, E y K2, así como B12 en menor proporción. También minerales como cromo, cobre, selenio, zinc, fósforo y calcio.
Hay que tener cuidado con su consumo al ser un alimento altamente calórico: una cucharada aporta en torno a 120 kcal. Tiene un efecto ligeramente laxante, protege el corazón al equilibrasr los triglicéridos, ayuda a la función hepática y previene el envejecimiento gracias a su riqueza en antioxidantes. Sobre la piel es ideal para tratar problemas cutáneos y quemaduras.
Puedes prepararlo en casa de forma sencilla calentando la mantequilla normal en un cazo a fuego lento y removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Con el calor los componentes se separarán por su densidad. La grasa líquida y espumosa que queda arriba -abajo quedan los sólidos lácteos, hundidos- es el ghee.
En comparación con la mantequilla convencional, el ghee tiene un punto de humo más alto , por lo que no se quema tan rápido, pudiendo soportar el calor hasta 485 ° F (252 ° C). El ghee también produce menos toxina acrilamidacuando se calienta en comparación con otros aceites. La acrilamida es un compuesto químico que se desarrolla cuando se preparan alimentos con almidón a altas temperaturas.
Además, el ghee es mejor que la mantequilla si tiene alergias o sensibilidad a los productos lácteos. Su concentración de grasas y calorías son ligeramente más altas, por lo que se debe moderar su consumo.