22/01/20 Fuente El Confidencial.
Una alergia alimentaria puede ser un auténtico quebradero de cabeza, ya que afecta al día a día en el hogar, en el trabajo, a nuestra vida social o a la de nuestros hijos. Lo que para la mayoría son sencillas actividades como hacer la compra o la comida, ir a un restaurante o tomar un ‘snack’, pueden volverse realmente estresantes para una persona con alergias alimentarias o que esté al cuidado de alguien que las tenga.
Habitualmente pensamos en la comida, pero hay otras cosas que también ingerimos que pueden causarnos problemas si somos alérgicos: los medicamentos. En primer lugar, hay que tener en cuenta que la legislación actual no es clara con respecto a la declaración obligatoria de la composición de excipientes y aditivos alimentarios en los prospectos de los medicamentos, lo cual puede acabar complicando la situación.
«Los medicamentos se componen de principio activo y excipientes, pero además pueden contener impurezas o residuos del proceso de fabricación que normalmente no figuran en la composición del medicamento”, explica la Dra. Aránzazu Plaza, alergóloga del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Incluso «el propio alérgeno alimentario en ocasiones forma parte del principio activo del medicamento, casos donde el riesgo de reacción es mayor, puesto que la concentración de alérgeno también es mayor», apunta la especialista.
Los alimentos más frecuentemente implicados en reacciones alérgicas severas a los medicamentos son la leche y el huevo. También deben prestar especial atención los pacientes celiacos ya que, si bien no tendrán una reacción alérgica severa (anafilaxia), cualquier incorporación de gluten en un paciente celiaco va en detrimento constante de su salud.
Como explicábamos antes, la legislación vigente no acaba de ser clara. Es fundamental no automedicarse, sino acudir al médico, que nos preguntará por todas nuestras alergias, alimentarias o no, para evitar incidentes. Algunos ejemplos concretos de medicamentos implicados con la alergia a ciertos alimentos son:
1. Para los alérgicos al huevo:
2. Para los alérgicos a la proteína de leche de vaca:
3. Para los celiacos:
Estos son solo algunos ejemplos para los casos más frecuentes de alergias alimentarias, sin embargo, lo más importante es evitar la automedicación en personas alérgicas, que el médico que nos trate o prescriba alguno de ellos sea conocedor de estas alergias y leer con atención el prospecto, prestando especial atención a la lista de excipientes y a las contraindicaciones. «En caso de duda, debe solicitarse la ficha técnica completa al laboratorio farmacéutico responsable», finaliza la Dra. Plaza.